DURANGO, UNA SEDE ESPECIAL PARA ESTE CAMPUS GIGANTES BASKET LOVER

Los comienzos nunca fueron fáciles. En Durango, el estrenarse como sede era algo especial. Apostar por ser una de las casas del Campus Gigantes Basket Lover les ha hecho vivir en su primer año cosas muy bonitas. 

Y es que fue un orgullo poder ver como todos los jugadores se fueron con una sonrisa en la cara tras hacer balance de lo vivido durante el campus. Inolvidable aquella visita de Xabi Oroz, que compartió con los jugadores experiencias, vivencias y un buen rato de juego que disfrutaron muchísimo.

Para los jugadores, poder aprender junto a los mejores siempre es eficaz. Muestra de ello, la visita de Ricardo Uriz, que nos mostró la importancia de tener pasión por lo que uno hace. En su caso, llamó mucho la atención el orgullo con el que contaba que en su cuna, cuando apenas daba sus primeros pasos, le acompañaba siempre un balón de baloncesto.

El impacto que esta anécdota causó en los niños fue llamativo. Se vio plasmada la ilusión y las ganas de lanzarse a por los balones cada vez que Ricardo hablaba. Y es que la ilusión hizo crecer el Campus cada día. Como en la mañana de la competición entre los más pequeños, donde lo más importante fue verles reír y compitiendo entre amigos. En definitiva, un primer año cargado de ilusión y buenos momentos.

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