Que la formación en el baloncesto no se detenga: motivos para seguir entrenando

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Rodrigo Álamo

A todos nos ha afectado de una manera u otra el COVID-19. Nos ha obligado a retrasar planes, a cambiar nuestro modo de vida, e incluso a dejar de hacer actividades que realizábamos previamente. Sin embargo, durante el confinamiento, una gran parte de la población usó el deporte como una forma de olvidar todo lo que había fuera, mientras mejoraba su bienestar físico y mental.

Con la vuelta de los más pequeños a las clases, nos hemos encontrado de nuevo con la realidad. Protocolos, burbujas… y además, todas las competiciones deportivas han sido canceladas, al menos de momento. Pero que no se pueda competir no quiere decir que no se pueda entrenar. Es lógico que el COVID haya provocado miedo y que muchos padres hayan decidido que no es momento para actividades extraescolares. Pero el beneficio que el simple hecho de hacer ejercicio provoca en jóvenes y adolescentes a nivel social o de psicomotricidad hace que deportes como el baloncesto no sean simplemente una actividad más.

Debemos cambiar nuestra mentalidad y pensar que, posiblemente, esta sea una oportunidad inmejorable para evolucionar a una de las mejores generaciones de baloncesto. Varios meses destinados únicamente al aprendizaje, a incidir en ese detalle que nunca hemos sido capaces de ejecutar o de ver el baloncesto de una forma distinta, analizando todos y cada uno de sus valores a parte de la competición. Clubes y entrenadores deben concienciarse en que ésta tiene que ser la generación más preparada. En Campus Gigantes lo tenemos claro, y no solo seguiremos dando el 100% en nuestro clásico Campus de Tiro Navidad 2020, también hemos visto necesario crear un Campus Virtual Basket Lover.

En una Navidad que parece que puede ser diferente, el baloncesto ha de ser nuestro gran aliado. Qué mejor que tener al balón no solo como pasatiempo, sino como herramienta para mejorar. Ante circunstancias excepcionales, se necesitan medidas novedosas y huir de las excusas para no entrenar, ya sea de forma virtual o presencial. Cualquiera de las opciones suma; lo que tenemos que evitar es parar. En una época donde se le da un valor demasiado grande a la competición, quizá es el año para ayudar a los más jóvenes a evolucionar, a trabajar más sin la presión de jugar y a ser ellos mismos, sin verse condicionados por lo que grita nadie desde la grada, solo con la intención de sentirse un poco mejor cada vez que acaba un entreno.

Desde Gigantes vamos a seguir apostando por nuestros campus virtuales y presenciales. Esta Navidad ofrecemos 6 sedes en Madrid y nos estrenamos en Barcelona, los días 28, 29, 30 y 31 de diciembre

Dibujo realizado por uno de los niños que participó en nuestros campus de verano

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